“Las personas trabajan por dinero, pero hacen un esfuerzo adicional para obtener elogios, reconocimiento y recompensas”, Dale Carnegie.
¿NO NEWS, GOOD NEWS?
Hace tiempo que quiero hacer un post-podcast sobre este tema y una conversación con mi querido Head Coach de baloncesto, Juan, me ha animado finalmente a hacerlo ahora.
Los líderes de equipos en general, los entrenadores de equipos de formación en particular, los padres y las madres, y muchas personas más, tenemos que superar el relato mental “El halago debilita”, “El reconocimiento o refuerzo positivo debilita”, por favor, y así evitar sus indeseables consecuencias.
Quien se deja guiar por este pensamiento y, por tanto, llega a obviar el refuerzo positivo en su gestión de las personas, seguro que ha tenido una educación más que exigente, casi intransigente (“sacar buenas notas es tu obligación”), y/o ha tenido que soportar culturas de trabajo de empresas donde la frase habitual es “No news, good news”.
¡Qué poca sensibilidad y conocimiento de la naturaleza humana suponen estas frases lapidarias!, ¿Qué consecuencias lamentables trae consigo esta creencia?:
- La persona que la compra y sufre, no se felicita por nada en la vida. Todo es obligación, nada es suficiente para reconocerse y celebrar. Tan solo un objetivo muy ambicioso conseguido es digno de reconocimiento, pero de manera breve porque enseguida hay que superar el siguiente listón, cada vez más alto. ¿Abrasador no?
- Los colaboradores, hijos, etc. de estas personas tendrán dificultad para conocer y afianzar sus puntos fuertes, desarrollar su autoestima y confianza personal de manera saludable, y podrán quebrarse más fácilmente ante la adversidad, por ello.
CLAVES DEL REFUERZO POSITIVO EFECTIVO.
Ayudémonos de un ejemplo metafórico. En un salto con pértiga es muy importante diferenciar entre:
- La altura del listón a sortear: resultado final a conseguir.
- Las destrezas que poner en valor para conseguirlo: tanto en la carrera como en la batida, el saltador ha de hacer esfuerzos y desempeños adecuados para conseguir sortear el listón.
- La persona que va a saltar: ¿es junior o senior en saltos?, ¿tiene autoconfianza o le cuesta sentirla? Incluso ¿tiene un buen día o su estado de ánimo está bajo?

Reforzar positivamente a una persona junior por hacer buenos apoyos en la carrera, batir en el salto adecuadamente, etc. (está claro que no soy experto en salto con pértiga) aporta más información valiosa, energía positiva y confianza al saltador, que decirle solo lo que no hace bien o que no saltó el listón, finalmente, mostrando nuestra decepción.
Si encima nuestro saltador tiene una autoestima quebradiza o un estado de ánimo bajo, lo anteriormente dicho adquiere mayor relevancia para ayudarle a progresar y mejorar resultados, finalmente.
Es más, incluso las personas senior, con buena autoestima y con buen estado de ánimo, agradecen de corazón un buen refuerzo positivo cuando aplica, ¿verdad? Solo con las personas que están encantadas de haberse conocido, merece la pena limitar el refuerzo positivo para no convertirlo en un halago excesivo que debilite su humildad y empuje en la mejora del desempeño.
Además, cuando nuestro colaborador, jugador, hijo, se siente apreciado y reforzado en el desempeño que ya hace bien, no solo le ayuda a conocer y fijar sus puntos fuertes, sino que también le estimula a hacer esfuerzos adicionales para superarse y saltar listones más altos en el futuro.
Eso sí, para que sea efectivo nuestro refuerzo positivo, tendrá que ser:
- Sincero: siento de verdad que lo merece y necesita.
- Concreto: por un esfuerzo, desempeño o resultadobasado en hechos o evidencias.
- Relevante: supone un salto de calidad en el desempeño, respecto del pasado o respecto a la media del equipo, por ejemplo.
- Expresado a tiempo, sin dejarlo pasar innecesariamente.
- Generoso o no finalista: felicito sin pedir nada a cambio y no como hacían algunos de mis jefes en el pasado que me decían “Enhorabuena Paco y tengo un marrón para ti”.
- Personalmente o por escrito: a mí me gusta hacerlo en persona, pero por escrito también puede ser útil.
- Pública o individualmente: en caso de duda, individualmente, pero a veces merece la pena hacerlo públicamente, para clarificar lo que esperamos del grupo.
Concluyendo, las personas necesitamos recibir aprecio y refuerzo positivo para apuntalar nuestra autoestima y afianzar nuestros puntos fuertes, en los que nos apoyaremos para mejorar nuestro desempeño, con esfuerzo extra, de cara a conseguir mejores resultados cada día. Obviar esta necesidad humana de reconocimiento sincero, desde el terrible relato “El halago debilita”, supone renunciar a una de las palancas más potentes de motivación y gestión de nuestros colaboradores, jugadores o hijos.
Por último, te pido que contestes a estas preguntas de reflexión finales:
- ¿Cuántas veces te has auto felicitado sinceramente en 2022?
- ¿Qué te impide ser más generoso a la hora de reforzar positivamente a tu equipo?
- ¿Qué vas a hacer al respecto en 2023 con tus juniors y/o personas con baja autoestima del equipo?
Si te pareció interesante este post, te pido que lo compartas en redes sociales. Muchas gracias de corazón y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.

Formato papel: https://www.amazon.es/dp/B08B362B91
Formato digital: https://www.amazon.es/dp/B089S619Q8
Deja una respuesta