“Be water my friend”, Bruce Lee
¿Cuál es la regla de oro para tratar a las personas que componen tu equipo?
Durante muchos años de mi vida, he creído firmemente en la regla de oro popularmente conocida por todos nosotros como “trata a los demás como te gustaría que te tratasen”.
Si nos paramos a reflexionar mínimamente, nos damos cuenta de que esta regla de comportamiento conlleva imponer al resto de personas mi manera de ser tratado. Por ej., soy independiente y poco cariñoso, y quiero que me acepten como soy, te alcance o no mi forma de trato. Yo te acepto, pero no me renta, como se dice ahora.
Evidentemente, esta regla me libera de conocer las preferencias en el trato del resto de mortales y, por ello, me incapacita para adaptarme al trato que esperan y necesitan recibir los demás por mi parte.
Esta regla de oro nos convierte en personas que imponen un contrato social de adhesión a su forma de relacionarse con los demás. ¿Cuánto te gusta que te impongan formas de trato unilaterales que no compartes?, ¿Qué hacen los demás por ti para acordar dichas reglas de trato y que las dos partes os sintáis cómodas?
La verdad, yo ya estoy un poquito harto de esas personas que, ni ven más allá de su forma de relacionarse, ni se adaptan mínimamente a los demás, sin renunciar a sí mismos, por supuesto. ¿Tú también sientes algo parecido?
Por tanto, te invito a que adoptes una nueva creencia en la manera de relacionarte con tu equipo, con las personas importantes para ti, y es la siguiente regla de platino: “Trata a los demás como les gustaría ser tratados”, sin renunciar a ti. Fácil de decir, complicado de aplicar para la mayoría.
¿Cómo conseguir aplicar la “Regla de Platino”?
No hace falta cursar Máster alguno en USA para saber los dos esfuerzos que he de hacer en mi forma de relacionarme, para conseguir aplicar la regla de platino. Otra cosa es querer y poder hacerlo.
En primer lugar, empecemos por conocernos mejor y, para ello, utilicemos los dos criterios críticos de auto observación para analizar la forma de hacer que tenemos actualmente:
- Empatía personal, entendida como mi capacidad de conocer, entender y respetar las opiniones, motivaciones, emociones de otras personas.
- Deseo y capacidad de adaptarme a mi interlocutor, sin renunciar a mí, para ofrecer un trato en función de cada persona y facilitar que se sienta cómoda en la relación.
Cruzando estos dos criterios, en un tono jocoso y divertido, se me ocurre la siguiente clasificación “animal” de posibles actitudes que podemos tener:
- “Perruna”: sí empatizo con cómo quieren ser tratados los demás y sí me adapto a ellos, sin renunciar a mí, para favorecer que ambas partes se sientan cómodas en la relación.
- “Asnuna” (permitidme la licencia): sí empatizo y se cómo quieren ser tratados los demás, pero no cedo un ápice en mi manera de tratarles, quizá por un punto de tozudez natural.
- “Camaleónica”: sí me adapto al entorno, pero con el propósito de conseguir lo que yo quiero y no por adaptar mi trato a lo que necesitan los demás, porque me falta empatía.
- “Gatuna”: ni empatizo, ni conozco el trato que necesitan los demás y, por tanto, no soy capaz de adaptarme. A mayores, tiendo a imponer mi regla de oro de trato, como contrato de adhesión, esperando que los demás la respeten y se sientan cómodos.

Ahora te pido que pienses en las personas importantes con las que te relacionas en tu vida, tanto en el círculo personal como en el profesional, y que reflexiones sinceramente sobre cuánto empatizas y cedes para adaptarte al trato que necesitan los demás:
- ¿Sabes de primera mano qué tipo de trato necesitan?, ¿Les has preguntado alguna vez al respecto?, ¿Has escuchado de verdad su respuesta?
- ¿Y qué has hecho al respecto?, ¿Qué pasos concretos has dado para adaptarte y aplicar de corazón la “Regla de Platino” en dichas relaciones?
- Si te ves “Camaleónico”, ¿Has pensado en aplicar un enfoque ganar-ganar en tus relaciones?, ¿Cuánto crees que los demás aguantarán tu enfoque “el fin justifica los medios”?
- Si te ves “Asnuno”, ¿Para qué mantener la tozudez si adaptándote a los demás puedes mejorar tu influencia efectiva en ellos?
- Si te ves “Gatuno”, ¿Para qué van los demás a aceptar tu actitud si tus actos cotidianos, de falta de empatía y adaptación, les impiden escuchar tu deseo de ser respetado y aceptado?
- Si te ves “Perruno”, ¿Qué coste tiene para ti ser demasiado empático y adaptable?, ¿Qué te puede estar impidiendo ser más asertivo y negociar lo que necesitas en la forma de relacionarte con las personas que te importan?
Concluyendo, una persona o líder que quiera ganarse la confianza, el respeto y la cercanía de la gente, necesita aplicar la regla de platino desde el pleno convencimiento. Por ello te invito a contestar las siguientes preguntas clave:
- ¿Qué clase de “animal” estás siendo actualmente en tu forma de relacionarte con los demás?
- ¿Qué necesita cada persona de tu entorno más cercano para sentirse respetado y cómodo en su relación contigo?
- ¿Estás dispuesto a evolucionar y aplicar la regla de platino, o seguirás aplicando tu contrato de adhesión y pidiendo a los demás que te acepten y respeten como eres?
Te invito a aplicar la regla de platino, solo tienes que querer entender a los demás saliendo de tu burbuja y “be water my friend”, adaptándote al terreno sin renunciar a ti.
Este esfuerzo generoso, empático, de flexibilidad relacional, te aportará muchos beneficios: confianza, cercanía y respeto, como mínimo.
En mi libro encontrarás más claves al respecto. Anímate y ponte en marcha:

Formato papel: https://www.amazon.es/dp/B08B362B91
Formato digital: https://www.amazon.es/dp/B089S619Q8
Quiero agradecer a mi querido amigo José Luis que me haya inspirado y ofrecido esta idea a desarrollar en este post-podcast.
Por último, si te pareció interesante este post, te pido que lo compartas en redes sociales. Muchas gracias de corazón y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.
Deja una respuesta