“… se hace camino al andar”, Antonio Machado.
¿Tienes clara tu vocación o transitas por la vida a su caza y captura?
Siempre he tenido mucha envidia de las personas que sintieron claramente su vocación profesional desde jóvenes. En estos casos, el caminar hacia el destino final suele tener pocas y planeadas paradas, y esto produce una sensación de control y certeza deseable por cualquiera de nosotros.
Ahora bien, la mayoría de los mortales transitamos hacia un destino final, sin tener una visión clara del mismo y haciendo innumerables altos en el camino, en trabajos que no sentimos definitivos y en los que no estamos inicialmente cómodos al realizarlos.
Esta reflexión me lleva a hacerme las siguientes preguntas:
- ¿Han de esperar los jóvenes su oportunidad laboral vocacional (su príncipe o princesa azul) para ponerse en marcha, profesionalmente hablando?
- ¿Han de tomar alguna senda que les permita ir descubriendo su posible destino final?
- ¿La vocación profesional se tiene o se explora y descubre caminando?
Muchas personas que no tienen clara su vocación sufren por no saber “qué senda coger” o por tener que iniciar un camino temporal que no saben muy bien a donde les conducirá y, por ello, terminan por quedarse en la casilla de salida “sine díe”.
En este momento es donde debemos desplegar una de las principales virtudes de un líder ágil, de una persona eficaz. Esto es, tener paciencia y disfrutar aprendiendo del camino para, bien completar escalas hasta nuestro destino, bien para descubrir un destino final distinto y hasta más deseado, finalmente. Yo encontré mi destino final tras caminar unos cuantos años.
Paciencia, la madre de esta ciencia.
Me encanta esta definición de paciencia: “Paciencia no es la habilidad de esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperas”. Fácil decirlo, difícil hacerlo.
Si no tengo clara mi vocación, saber mantener una buena actitud para aprovechar cada una de nuestras experiencias laborales, es la clave del éxito.
¿Qué quiero decir con esto?
- Disfrutar del camino me permite adquirir un capital laboral imprescindible para mi siguiente escala. Aprender de todo lo que me ofrecen las experiencias del camino es vital para avanzar en nuestra ruta, pero para ello se necesita una actitud proactiva y honesta de aprendizaje.
- “¿El pajarito es feliz y por eso canta, o canta y por eso es feliz?”. Mi experiencia me dice que cuando adquieres conocimiento y maestría en un trabajo, terminas por desearlo y disfrutarlo, llegando incluso a decidir que ese es tu destino final.
- Y si no se convierte en tu destino final, es necesario desplegar nuestra paciencia para superar los miedos al cambio, a la pérdida de control y a los esfuerzos necesarios a implementar para volver a caminar hacia nuestro destino, con autoconfianza y determinación. Salir de nuestra zona de confort, ser autocrítico y recibir feedback de mejora para avanzar, no está al alcance de todos, solo de las personas humildes, decididas y proactivas.
En definitiva, a los jóvenes que estáis decidiendo vuestro futuro y no tenéis clara vuestra vocación, os invito a caminar y disfrutar del trayecto, porque andando con actitud positiva se hace camino y se gana capital laboral, aunque pueda serpentear más de lo esperado. Eso sí, hagas lo que hagas, hazlo tan bien que no puedan ignorate.
Yo estudié ciencias puras en el Bachillerato, me licencié en Derecho, mi primer trabajo serio fue en el sector bancario, luego trabajé en consultoría y, finalmente, encontré mi destino final. Como ves, mi camino ha tenido muchas curvas.
Hoy en día, soy entrenador de personas y de equipos porque me apasiona acompañar a las personas en su desarrollo. Tengo mi empresa de formación y coaching. Si me hubieran dicho, cuando tenía 18 años, que iba a dedicarme a esto, me hubiera partido de risa. Eso sí, doy lo mejor de mí en cada sesión que realizo, aplicando siempre la premisa: “ninguna rentabilidad pasada asegura rentabilidades futuras”. En todo momento hay que hacerlo tan bien que no te puedan ignorar.
Caminando encontré mi destino final y, como dijo Steve Jobs en su famoso discurso en la Universidad de Stanford ((2) Steve Jobs Discurso en Stanford Sub.Español HD – YouTube), conectando los puntos encontré el significado de qué me aporto cada experiencia del camino para conseguirlo. Todas ellas sumaron su granito de arena al respecto.
A los no tan jóvenes, os invito a haceros las siguientes preguntas:
- ¿Cuánto te llena tu actual puesto de trabajo?
- ¿Has adquirido todo el capital laboral que te ofrece dicho puesto?
- ¿Qué te impide adquirir dicho capital laboral?
- ¿Qué te impide continuar tu camino para seguir el viaje a tu destino final?
Este post-podcast ha sido inspirado por este libro de Cal Newport, muy interesante y cuya lectura os recomiendo.

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Muchas gracias de corazón y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.
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