¿Cuál es tu punto de partida?
Imagino que estarás de acuerdo conmigo que realizar presentaciones para impactar en un público y que calen nuestros mensajes en el mismo, es una capacidad cada vez más necesaria en los líderes ágiles, bien en formato presencial, bien en el actualmente más utilizado formato virtual.
¿Cuál es tu punto de partida al respecto en la actualidad?
Te pido que seas honesto contigo contestando a estas preguntas:
- ¿Cuántas presentaciones haces a lo largo de una semana?
- ¿Cuántas de ellas son memorables, desde tu punto de vista?
- ¿Tu público coincide con tu opinión o no le parece tan memorables?
- ¿Qué crees que te puede estar faltando en tus presentaciones para que lo sean?
Si tu conclusión es que tus presentaciones no son memorables, te pido que sigas leyendo este post. Estoy seguro de que te aportará ideas para mejorar tu capacidad de impacto.
¿Qué claves suelo echar yo de menos en las presentaciones que veo de los participantes en mis programas de entrenamiento? Mi experiencia de años observando presentaciones presenciales y virtuales (este último año) me han llevado a las 10 claves que más echo en falta en dichas presentaciones y quiero compartirlas contigo. Vamos a por ello.
Decálogo de buenas prácticas de una presentación memorable:
1.- ¿Para qué haces la presentación?, ¿Cuál es la meta final de la misma?
Hacer una presentación sin tener una buena respuesta a estas preguntas es como navegar sin rumbo y a la deriva en el vasto océano. No se puede preparar una singladura, con las correspondientes paradas intermedias, sin un destino o puerto final claro. Esto dificulta al máximo nuestra capacidad de estructurar la presentación y de priorizar, y ordenar, los mensajes fuerza de la misma.
2.- ¿Qué interesa más a tu audiencia de todo lo que vas a decir?
Como dice el refrán, “todos los caminos llevan a Roma”, pero unos más rápido que otros. El mejor rumbo es atender prioritariamente los intereses de la audiencia para luego también “hablar de mi libro”. ¿Por qué va a atender el público a mis intereses si no hago el esfuerzo empático de hablar de sus intereses en primer lugar?
3.- A la gente le gustan las historias.
Volviendo al refranero popular, “háblame y te oiré, arguméntame y te escucharé, involúcrame y el problema será mío”. Una presentación completamente racional, analítica y bien argumentada será escuchada, sin duda. Ahora bien, una presentación con un “story telling” que haga sentir el problema en las carnes de la audiencia para después ofrecer nuestra argumentada solución racional, será más memorable.
4.- ¿Qué herramienta sencilla nos ayuda también a involucrar al público? Piensa, ¿cuál podrá ser? ¡Exacto! Las buenas preguntas retóricas.
Toda buena pregunta realizada al público dispara la reflexión del mismo respecto del tema que estamos tratando. Una pregunta es una invitación clara a unirse a la historia desde la reflexión personal activa y no como un mero sujeto pasivo. Por tanto, no se trata de “Yo hablo, tú escuchas”, sino de “Nosotros vivimos la historia”.
5.- ¿Le pones jazz a tu presentación?
La música monocorde genera somnolencia en el público. ¿Qué música le pones tú a tus presentaciones? Exponer con entusiasmo, variar el volumen de la voz de forma adecuada, enfatizar los mensajes fuerza con silencios, etc. aporta muchos matices entre nota y nota, como el jazz, y el público lo agradece, favoreciendo que mi presentación sea más memorable.
6.- ¿Tu historia es en blanco y negro o en color?
Pinta de color tu historia con buenas anécdotas personales, metáforas, casos prácticos, frases célebres, que apliquen a la misma. No hay presentaciones áridas, hay presentadores y presentadoras áridas. ¡Cúrratelo un poco más, anda!
7.- Usa tu actitud Judoka y no la Karateca.
Las interpelaciones del público son momentos de la verdad memorables en una presentación. Dime como gestionas una interpelación no agradable para ti y te diré cuan buen presentador de impacto eres. Puedo elegir pegarme golpes con el público o sumar aprovechando su energía, como en el judo. La actitud yudoka la estructuro de la siguiente manera: SI, y + argumento + contra pregunta. Esto es, respeta la opinión del público con acuse de recibo, aunque no la compartas, suma tu argumento y continúa con una buena pregunta retórica.
8.- Un poco más de sentido del humor, por favor.
Aplicar con naturalidad nuestro sentido del humor en la presentación aporta mucho oxígeno a la misma. La alegría es una emoción memorable positiva. Por tanto, no te tomes tan en serio y ríete con la audiencia, disfruta. Incluso aprovecha tus propios errores durante la presentación para traer tu sentido del humor y facilitar la conexión con las personas que te escuchan.
9.- Pon la guinda a la presentación y haz un buen cierre.
No hacer un buen cierre es como prepararse para una maratón durante meses y abandonar la carrera en los últimos metros. ¡Qué lástima! No me lo merezco. Por tanto, expón brevemente tus conclusiones e incita a la acción a la audiencia en función de la meta final que tuviera tu presentación.
10.- Y si la presentación es virtual:
- Usa una buena cámara externa HD y un buen micrófono. Una hora escuchando una voz entrecortada y que suena a “hojalata” puede con cualquiera.
- Procura tener la cámara a altura de los ojos. Yo pongo una caja debajo de mi pc para conseguirlo y así evitar el encuadre “papada”, poco favorecedor.
- Pon una foto de una persona querida tras la cámara (yo la tengo pegada en un tablón de corcho con una chincheta), para hacerle la presentación y parecer que miras a cámara. Es más sencillo mirar a una persona que a una cámara.
- Aprende a manejar todas las herramientas de la aplicación que utilices en la presentación virtual: Zoom, Teams, etc. No saberlo genera inseguridad que se refleja en nuestra manera de presentar.
Concluyendo, te invito a que apliques este decálogo de herramientas para conseguir que tus presentaciones sean más memorables a partir de ahora. Eso sí, si crees que tus impedimentos al respecto son de peso o incluso tienes miedos que te limitan, te invito a que te pongas en contacto conmigo para trabajarlos de manera individual con un programa de acompañamiento virtual, “Presentar para impactar” por Teams o Zoom.

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Muchas gracias de corazón y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.
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