Haz que cada día cuente.
Ayer me mandó un video mi amiga y fisioterapeuta, Paloma, y me impactó e inspiró tan profundamente que no he podido resistirme a escribir este post. Este vídeo es tan importante que se merece que pinches el link y que lo veas hasta el final (3’ de duración).
Nada ayuda tanto a valorar la vida, y a revitalizarnos, como la pérdida de lo que apreciamos de verdad. Desde abrazar a una persona querida, hasta pasear libremente por un parque, etc.; cada uno tendrá su listado particular. Y esta pandemia nos ha puesto en esta situación de pérdida, a toda la Humanidad, tarde o temprano, y a ti y a mí, aquí y ahora.
Déjame que te cuente una historia que a mí me impactó cuando me la contaron. Érase una vez una persona que paseaba por el cementerio de un pueblo y solo veía lápidas en cuyas leyendas podía leerse: “Fulanito vivió 6 años y 18 días”, “Menganito vivió 4 años y 2 días” y así muchas más lápidas parecidas. Sorprendida, preguntó al enterrador: ¿Cómo es posible que muera tanta gente joven en el pueblo?”. Este le contestó: “Aquí no ponemos en la lápida la edad de las personas que fallecen, sino la suma de los días que realmente contaron en su vida antes de morir”.
La moraleja de esta historia te hace reflexionar:
¿Cuántos años, meses y días, llevas viviendo la vida que deseas realmente para ti?
¿Te has parado a pensarlo alguna vez?, ¿Quieres aprovechar este parón forzado para hacerlo?
¿Tendrás que cambiar tu vida por completo para conseguirlo o bastará con que cambies tu manera de valorar y vivir las pequeñas GRANDES cosas del día a día?
¿Cuántos días hago que cuenten en esta cuenta, que es la que cuenta de verdad?
Como diría Leonardo DiCaprio en “Titanic”: “Haz que cada día cuente”.
¿Por qué nos da tanto miedo parar y pensar en ello?
¿Porque nos da pánico tomar consciencia de no estar viviendo la vida que queremos? Puede ser. Ahora bien, creo que “vivir en un mundo feliz” es un buen título para una novela y, posiblemente, una quimera que pueda resultar frustrante.
Todos hemos tomado decisiones a lo largo de nuestra vida que nos han alejado de la felicidad y el mundo ha seguido girando alrededor del Sol. Eso sí, creo que estamos en un momento donde podemos sentarnos, como “El pensador” de Rodin, para reflexionar sobre qué queremos cambiar en nuestra vida y hacer que cada día cuente.
Como propone Jean Paul Sartre en su libro “El Existencialismo es un Humanismo”, la verdadera esencia del ser humano se conforma en las elecciones cotidianas que tomamos. Por ello, te propongo que aprovechemos la ocasión que se nos presenta para reconstruirnos y que esta reflexión nos ayude a renacer para que “el viaje merezca la pena”.
Y la buena noticia es que, probablemente, no tengamos que darle la vuelta al calcetín de nuestra vida sino contestar honestamente a las siguientes preguntas:
- ¿Qué has aprendido de tus errores del pasado?
- ¿Te has perdonado de verdad dichos errores?
- ¿Qué estás valorando de tu presente, incluso ahora que estamos confinados en casa?
- ¿Qué vas a hacer para seguir valorando lo cotidiano tras esta tormenta perfecta?
- ¿Qué quieres cambiar a futuro en tu vida?
“El verdadero acto del descubrimiento no consiste en salir a buscar nuevas tierras, sino en aprender a ver la vieja tierra con nuevos ojos”, Marcel Proust.
“La felicidad en la vida no es llegar a la meta, sino sentir que el rumbo es el correcto”, Jorge Bucay.
Aprendamos de los errores del pasado y cambiemos nuestra mirada sobre las pequeñas GRANDES cosas cotidianas que nos nutren de felicidad, cuando las apreciamos y valoramos de verdad. Cambia tu vida si lo deseas, cambiando al menos tu rumbo, tu manera de hacer que cada día cuente para que el viaje merezca la pena.
Un abrazo querido lector, mucho ánimo y esperemos volver a la maravillosa normalidad cotidiana que, bien valorada, nos hace tan felices.

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Muchas gracias de corazón por leer este post y por seguir este blog, y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.
El vídeo me ha encantado, se lo pasaré a la gente que quiero y aprecio. El texto muy bueno, invita a reflexionar, importante en estos momentos. Muchas gracias.
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