De vuelta de unas vacaciones ya instaladas en el pasado para much@s de nosotr@s, tengo el placer de volver a mi actividad blogera con este post sobre nuestra selección española de baloncesto, que se proclamó campeona del mundo en China, recientemente, como ya sabréis.
¿Cuánt@s de nosotr@s confiabamos en que nuestra selección masculina iba a proclamarse campeona del mundo? Confieso que yo no pensé jamás que lo conseguirían y, una vez más, este equipo me ha demostrado que tiene todos los condimentos para dar lo mejor de sí de cara a conseguir resultados. Y vaya resultado. ¡Ole, ole y ole!
Y aunque en algún momento podamos pensar que un equipo deportivo no tiene total paralelismo con un equipo de trabajo al uso, creo que merece destacar las claves de su alto rendimiento y del súper liderazgo desplegado por un gran entrenador como es Sergio Scariolo.
¿Cuáles son algunas de las claves del éxito del excepcional rendimiento de nuestra selección?
A mi juicio, las claves más relevantes son las siguientes:
1.- Las cualidades y actitudes de las personas que forman este gran grupo de 12 jugadores:
- Cada individuo asume su papel con naturalidad: a pesar de haber jugado España con una rotación de 9 jugadores, en los partidos cruciales del campeonato, los otros 3 han sabido acompañar desde el banquillo. Aceptar tu papel a las duras (todo el mundo quiere jugar) y a las maduras (los 3 jugaron en las ventanas de clasificación) no está al alcance de todo el mundo. Gracias Quino Colom, Xavi Rabaseda y Javier Beirán.
- Ausencia de egos tóxicos: a mi juicio y uno por uno, España no ha tenido en China los mejores jugadores por puesto, salvo Ricky Rubio. Aun así, son excelentes jugadores que podrían haber tenido la tentación de creérselo tanto, que priorizaran su lucimiento personal frente al resto del equipo. Nada más lejos de la realidad. ¡Qué generosidad demostrada en el juego de asociación, Marc Gasol! Creo que cada uno de ellos ha aportado lo mejor de sí mismo, desde la humildad, con ánimo de ayudar al equipo, y explotando sus virtudes en cada momento del partido. ¡Grandes Victor Claver, Pierre Oriola y Pau Ribas en defensa!
- Esfuerzo y determinación, incompatible con el desaliento: el partido de Australia es el ejemplo definitivo de creer y esforzarse hasta el final, porque el “partido no termina hasta que no termina el partido”. ¡Qué grandes Sergio LLull y Rudy Fernández! ¿Y qué me decís del descaro y determinación de los hermanos Hernángómez?
2.- Excelente súper liderazgo del entrenador, Sergio Scariolo:
- Conseguir que nuestra selección se considere como “una familia”, dice mucho de los jugadores y también de su primer entrenador. Cuando se consigue este sentimiento de cohesión, la máxima aportación desde lo mejor de cada uno es algo que se hace con total naturalidad y compromiso. Gran gestión del estado emocional general del grupo.
- Gestión de la adversidad: ahora bien, como en toda familia, han
existido adversidades que gestionar. Creo que Sergio Scariolo ha brillado
en dos momentos de la verdad muy concretos:
- Ha sabido llamar al orden a sus jugadores cuando se han relajado en defensa o desordenado en ataque. Este tipo de feedback a profesionales como la copa de un pino no es fácil y Sergio Scariolo no ha dudado en hacerlo adecuadamente, en los momentos oportunos. Ha mostrado una asertividad con mano izquierda exquisita.
- Ha tomado decisiones tácticas oportunas en función del adversario: la defensa zonal 3-2 que planteó a Serbia fue decisiva. Saber guiar a un grupo tomando las mejores decisiones, ha sido una de las claves de su liderazgo.
Concluyendo, nuestra selección de baloncesto ha funcionado como un equipo ágil y de máximo rendimiento, gracias a la calidad humana y profesional de sus jugadores y que ha sabido liderar su magnífico entrenador, junto con el resto del equipo técnico. El líder ha sabido cocrear un entorno de confianza (familiar), motivar en los momentos adversos, tomar buenas decisiones, sacar lo mejor del talento y maestría de cada uno de sus componentes del equipo, dándoles autonomía dentro de una táctica de grupo. ¡Enhorabuena!
Por último, te invito a las siguientes reflexiones clave:
- ¿Qué otras claves de éxito ves tú? Me encantará leer tus comentarios al respecto.
- ¿Qué conclusiones podemos extrapolar al mundo de la empresa?
- ¿Qué vamos a hacer para aplicar dichas conclusiones?
Si te ha parecido interesante el post, te pido que lo compartas en redes sociales. Muchas gracias.

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