Nobleza obliga

“No hay nada de noble en ser superior a tu prójimo. La verdadera nobleza está en ser superior a tu antiguo yo”. Ernest Hemingway

La expresión “Nobleza obliga”, originalmente, se refería a las obligaciones de los nobles en la sociedad feudal, quienes debían comportarse de acuerdo con su posición y responsabilidad. En la actualidad, se utiliza de manera más general para expresar que esperamos que las personas se comporten con honor y responsabilidad, independientemente de su posición social.

Para profundizar en la comprensión de la expresión “Nobleza obliga”, destacar que el sentido del honor, según la RAE, es una cualidad moral que lleva al cumplimiento de los deberes propios respecto a los demás y a uno mismo, incluyendo la honestidad, la rectitud y la integridad. 

Por otro lado, la palabra «responsabilidad» tiene su origen en el latín «responsum», que significa «respuesta» o «lo que se responde». Este término, a su vez, proviene del verbo latino «respondere», que significa «responder» o «dar respuesta». Por tanto, en esencia, la responsabilidad se relaciona con la capacidad de responder con nuestras habilidades a las situaciones que enfrentamos y con afrontar las consecuencias de las decisiones tomadas.

Y eso es lo que hicieron en la final de tenis masculino de Rolland Garros estos dos “nobles caballeros” de la pista, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, comportarse con total nobleza y responsabilidad, ante millones de espectadores, jugándose una sustanciosa cantidad de dinero y la gloria de ser el ganador del torneo parisino.

Los dos ansiaban ganar el torneo, pero al final Carlos Alcaraz ganó y Jannik Sinner perdió. Y quienes ganamos, sin duda alguna, fuimos todos nosotros al disfrutar del comportamiento noble de dos campeones que son un ejemplo inspirador de liderazgo personal.

Para mí, ambos señores de la pista salieron ganadores porque nos regalaron lecciones de nobleza que no son fáciles de observar en estos tiempos y que quiero destacar a continuación.

1.   INTEGRIDAD

Si recuerdo bien, al final del tercer set iba ganando Sinner y tenía el juego, set y partido a tiro de piedra. El juez de silla cantó fuera una bola de Alcaraz, que le hubiera venido de perlas al italiano, y lejos de aprovechar el error, corrigió su decisión admitiendo que la bola del español había sido buena. ¡Ole, ole y ole! Carlos Alcaraz también demostró esta rectitud en el partido.

Estos dos señores entienden perfectamente que no se trata de ganar a toda costa, saltándose las normas y engañando a los demás, y a uno mismo. Se trata de ganar en buena lid para colgarse la vitola de campeón en su total expresión.

¿Qué harías tú en una situación similar?, ¿Crees que la gente no se da cuenta de estas trampas?

2. SABER GANAR

Aprovecho para pedir disculpas públicas a Carlos Alcaraz por haber dudado de su victoria cuando iba dos sets a cero, a favor de Sinner, y el italiano tenía tres bolas para ganar el partido. Lo siento, Carlos. Está claro que yo no confío en mí de la manera que tú haces contigo mismo.

Como declaró en rueda de prensa Carlos Alcaraz, cuando las cosas se ponen feas, y en el momento antes descrito pintaba en bastos, hay que sacar la mejor versión de uno mismo. Para ello, hay que creer en uno mismo, en el trabajo realizado previamente, en tus puntos fuertes, etc., y analizar en caliente lo está realmente sucediendo y aplicarse con confianza y esfuerzo. ¡Casi nada!

¡Y le dio la vuelta al partido, Carlitos! Lideró su juego con confianza y determinación, frente a la adversidad más acuciante y ante todo un número uno del ranking ATP.

Además, en la entrega de premios, el murciano tuvo unas fantásticas palabras de reconocimiento y aprecio hacia su rival. Todo un noble caballero que gana y, además, sabe ganar.

3. SABER PERDER

J. Sinner estuvo acariciando la victoria en el tercer set y, finalmente, perdió el partido. A pesar de ello, no solo rectificó malas decisiones de los árbitros, aunque le fueran beneficiosas como dije antes, sino que no perdió los papeles en momento alguno cuando veía que se le escapaba la victoria. Siguió peleando el partido hasta la última bola, sin excusas, sin aspavientos a pesar de la tensión que se respiraba en la cancha.

Y a pesar del palo emocional que le debió suponer perder el torneo, Sinner tuvo unas sinceras palabras de reconocimiento y aprecio para Alcaraz en la entrega de premios, dichas desde una humildad casi insultante, además del abrazo a Alcaraz en la pista tras ser derrotado.

Este señor es un número uno con mayúsculas. Sabe ganar y ha demostrado que sabe perder con nobleza y humildad. Me temo Carlos que tienes un rival tremendo por muchos años. Seguro que te retará a dar lo mejor de ti mismo en los próximos años.

4. GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

No consigo imaginarme cómo se sentía Alcaraz cuando Sinner tuvo las tres bolas de partido en sus manos. Miedo a perder, frustración por no salir el plan de juego como habría imaginado con su equipo, etc. Creo que yo habría tirado la toalla y abandonado toda esperanza de ganar el partido, mucho antes de ese momento crítico. ¿Cómo habrías tú gestionado esta situación?

Por muy acostumbrado que esté Alcaraz a gestionar estas situaciones emocionales de partido, no deja de ser muy complicado tirar de tu estado emocional para salir del bache y llegar a ganar épicamente Rolland Garros.

Imagino que le pasaría por la cabeza abandonar y dejarse ir en alguno de esos momentos, y Carlos fue capaz de, a través de sus rutinas (imagino), tirar a la basura la frustración y el enfado tomándose unos segundos para secarse el sudor con la toalla, analizar qué quiere hacer distinto en el siguiente punto mientras elije las dos bolas a usar en el servicio y animarse con “vamos, tú puedes”, antes de servir la bola.

¿Te imaginas que todos los miembros de un equipo, en general, y el responsable en particular fuéramos capaces de gestionar así nuestro estado de ánimo en momentos críticos?

Ambos jugadores gestionaron sus emocionales de manera admirable y creo que es inspirador para todos nosotros comprobar que ante situaciones tan críticas es posible (no fácil) decidir con responsabilidad nuestro estado de ánimo para realizar mejores elecciones que traigan mejores consecuencias.

Para terminar, te pido que reflexiones con estas preguntas:

  • ¿Estás siendo noble con las personas de tu equipo?
  • ¿Qué te está faltando para conseguirlo?
  • ¿Qué te impide avanzar hacia tu mejor versión de ti mismo?

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Muchas gracias de corazón y, recuerda, no basta con la reflexión, para avanzar es necesario pasar a la acción.

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