¿Evalúas o devalúas?

«Antes de juzgarme, mírate al espejo y hazlo mejor o igual que yo”, Anónimo.

Evaluar y no devaluar al equipo.

Hoy te propondré muchas preguntas de reflexión. Por ello, te pido que tomes tu tiempo para mirarte al espejo y contestarlas de la manera más honesta posible. Está en juego, ni más ni menos, que la posibilidad de evaluar o devaluar a tu equipo y a ti mismo.

Estamos en la época donde muchos responsables tienen la ardua tarea de evaluar a su equipo. ¿Cómo lo haces tú?

¿Evalúas por meritocracia o por “lealtad de tribu”?

¿Eres un responsable que premia a los palmeros del grupo, a los que siempre ríen tus chistes malos y están dispuesto a renunciar a lo que haga falta para complacerte?

Por el contrario, ¿valoras la aportación cuantitativa y cualitativa de tus colaboradores, basándote en hechos y evidencias demostrados durante todo el año, y con los ojos vendados para impartir la justicia meritocrática adecuada?

La meritocracia revaloriza al equipo. La “lealtad de tribu”, sin lugar a duda, lo devalúa irremediablemente.

¿Evalúas lo más argumentada y objetivamente posible o lo contrario?

¿Llevas un registro de evidencias, hechos y conversaciones de todo el año evaluable, que sean argumentos sólidos que sostengan tus juicios de valor, por cada una de las personas de tu equipo?

¿O prefieres tirar de memoria, llegado el momento de evaluar, aunque ésta solo te alcance a los últimos 30-60 días del año evaluable?

¿Haces todo lo posible por gestionar tus filias (personas que me caen mejor) y tus fobias (las que me caen peor) para que no te condicionen notablemente, o te dejas arrastrar por ellas?

Evaluar argumentada y lo más objetivamente posible, basándome en un registro fiel de todo el año evaluable, revaloriza a mi equipo. Lo contrario, lo devalúa.

¿Evalúas comunicando de forma clara, transparente y consistente, o no?

¿Comunicas a tu equipo, tanto los puntos fuertes como los de mejora, concretando un plan de desarrollo a seguir y que le ayude a evolucionar profesionalmente?

¿O prefieres posturear, dándoles una “buena nota” a todos, pero pensando en quitarte de encima a aquellas personas que no cumplen tus expectativas, con una patada a seguir y procurando reubicarlas en otro departamento?

Evaluar de manera clara y consistente revaloriza al equipo. Lo contrario, lo devalúa.

Evalúate tú como responsable del equipo.

Me encanta la frase de cabecera: «Antes de juzgarme, mírate al espejo y hazlo mejor o igual que yo”. Espero que a ti también te guste porque ahora nos toca mirarnos al espejo y no solo respecto a mi manera de evaluar el desempeño del equipo.

La propuesta de valor de un líder ha cambiado en esta Era tan compleja. Un responsable ha de proveer un entorno de confianza en el que su equipo sea capaz de ofrecer su mejor versión de cara a conseguir resultados.

No hay palanca más potente para influir en el equipo que la ejemplaridad en la función desde la que predico. ¿Cómo te evalúas tú al respecto? Te propongo que te mires al espejo contestándote las siguientes preguntas:

¿Reconoces tus errores?
¿Eres capaz de pedir ayuda?
¿Eres capaz de decir “no se”?
¿Evitas tener conversaciones pendientes conflictivas con tu equipo?
¿Negocias soluciones de manera colaborativa con tu equipo?
¿Eres coherente con tus valores y tus comportamientos respaldan tus principios?
¿Cumples tus promesas con el equipo?
¿Tratas a la gente como le gustaría ser tratada?
¿Sabes lo que moviliza a cada persona de tu equipo hoy día?
¿Eres agradecido con tu equipo?
¿Evalúas a tu equipo por meritocracia, argumentada y claramente?
¿Contagias a tu equipo la proactividad de obtener estándares altos de calidad en el trabajo?
¿Piensas en el interés del equipo al gestionarlo?

Si has contestado que sí a todas las preguntas, ¡enhorabuena! Si te salen muchos noes, te invito a evolucionar y hacerlo mejor antes de juzgar a los demás.

En conclusión, evaluar al equipo, evaluarnos a nosotros mismos, de manera honesta, lo más meritocrática y objetivamente posible, basándonos en hechos y evidencias registrados durante todo el año, y comunicar dicha valoración de manera clara y transparente, revaloriza al equipo y a mí como responsable. Lo contrario supone disparar una inflación galopante que nos devalúa irremediablemente a todos.

Para finalizar, hoy me encantaría que invirtieras 2 minutos en evaluar este blog, contestando a este cuestionario. Tu opinión me interesa y ayudará mucho. Te pido que cliques en la figura, completes el cuestionario y lo envíes, por favor:

😊 ¡¡¡GRACIASSSSS!!! 😊

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